martes, 7 de febrero de 2012

ACUERDOS DE CONVIVENCIA

En la Argentina el Estado ha tenido en los tiempos fundacionales, una fuerte presencia en el sistema educativo y generó para mantenerlo, una serie de  dispositivos de control.
En esos momentos los principales valores instaurados para el nivel primario se centraron en fomentar la cultura común y la integración social para la construcción de la ciudadanía argentina.
En el secundario el valor del modelo se centraba en la alta calidad y la formación humanística, científica y enciclopédica (Dussel, 1997), sustentado en la necesidad de formar élites.
Cambiar estos modelos implica transformar la escuela orientándola al logro acuerdos y poner  en funcionamiento dispositivos dentro la organización que permitan el aprendizaje a partir del ejercicio de la participación ciudadana, obligando a la escuela a la revisión del contrato pedagógico.
La escuela, en su función  socializadora (primaria y secundaria), está obligada a mantener un diálogo permanente con el contexto, lo que  deberá  permitir la reflexión y a su vez generar propuestas educativas que reconozcan las problemáticas propias y  de la comunidad, así como  ajustar sus propuestas  pedagógicas en vistas de lograr un Proyecto Educativo de calidad.
La escuela como parte de la comunidad, nos obliga a  reconocer la complejidad que esto representa y la necesidad de la construcción conjunta de espacios de reflexión que permitan analizar las prácticas escolares a la luz de una realidad histórica y contextuada.
Esto se traduce en una propuesta ética de la escuela con la comunidad para construir sentido pedagógico y el trabajo en valores democráticos que desarrolle en el colectivo institucional  la capacidad de interiorizar determinadas normas, fomentar actitudes y relacionarse  adecuadamente con el entorno (alumno- docente; alumno -alumno; docente - docente; docente padres; docentes - directivos; etc.)
Desde esta perspectiva se pretende brindar una formación integral a los estudiantes, que así  aprenderán a formar vínculos, resolver conflictos, llegar a acuerdos o explicitar sus desacuerdos.  
Hanna Arendt, nos expresa el desafío ante el cual nos encontramos: “La educación es el punto en el que decidimos si amamos al mundo lo bastante como asumir una responsabilidad por el él y así salvarlo de la ruina que, de no ser por la renovación, de no ser por la llegada de los nuevos y los jóvenes, sería inevitable.  También mediante la educación decidimos si amamos a nuestros hijos lo bastante como para no arrojarlos de nuestro mundo y librarlos a sus propios recursos, no quitarles de las manos la oportunidad de emprender algo nuevo, lo bastante como para prepararlos con tiempo para la tarea de renovar un mundo común.”
Trabajar desde estas perspectiva, nos obliga abandonar prácticas que muchas veces se han cristalizado y que resultaron al tratar la “convivencia en la escuela” en la producción de normas (por lo general prohibitivas), con poca o nula participación de los alumnos y padres, las cuales han demostrado tener un “bajo impacto”al momento de permitir el logro de los objetivos y metas que la escuela se ha propuesto.

miércoles, 1 de febrero de 2012

ESCUELA DE VERANO

        La Escuela de Verano, como propuesta pedagógica, tiene como objetivo apuntalar a los jóvenes que hayan tenido dificultades en sus estudios durante el año,  pero además, busca  brindarles acceso a la cultura a través de talleres, actividades recreativas y deportivas.  Esta “escuela abierta” durante el verano, concibe al alumno como sujeto de derecho y brinda la oportunidad para que todos y todas tengan las mismas oportunidades de educarse hacia el logro de una educación, inclusiva y de calidad.
       Es emocionante saber que los chicos  asisten a la escuela en este mes, pero por sobre todas las cosas, en un clima de alegría.